Discurso de Orden 34 Aniversario Día de la Municipalidad. Municipio Andrés Bello.
- Pedro Vicente Rodríguez Calderón
- 10 nov 2016
- 6 Min. de lectura

Estar en este momento y en este espacio, remite a mi mente a nuestros amigos colonieros con la parranda “TODOS VUELVEN”. Aunque nunca nos vamos definitivamente. Siempre nos reencontramos, hasta en los sitios y tiempos menos esperados. Aquí están sembrados mis abuelos Pablo Emilio y Mercedes Calderón. Están sembrados mis primeros años de formación política con el Grupo Impulso Juvenil y la Casa de la Cultura de San José, con las danzas negras de Barlovento, con los juegos de baloncesto, con los festivales navideños, con las rumbas en el Club Social, con los primeros amores, con los primeros sueños juveniles…
Nos tocó ser testigos y árbitros en trifulcas y contiendas entre riochiqueños y josefinos en nuestra antigua y delimitante ceiba. Entrando al río revuelto de sueños y amorosas rivalidades, sin mojarnos. Nuestro manto siempre fue tener abuelos Rodríguez Cuevas en Rio Chico y abuelos Calderón García en San José, con los respectivos primos y demás familiares en ambos lados de la frontera de la discordia.
Por supuesto, también están sembrados los afectos viejos y nuevos, nuestros inicios en el Liceo Escuraina Duque a finales de los años setenta, nuestras prácticas administrativas en la escuela Zapico, nuestra lucha política por generar nuevos espacios de participación en movimientos como Represéntate Tu y el Grupo de Electores PUNTO que llevó a Modesto Ruiz a concejal y, luego, a alcalde.
En San José de Barlovento encontré a mi amada esposa quien también cumple años en esta fecha, se criaron nuestros hijos e hija, construimos juntos nuestro hogar, realizamos juntos trabajos educativos, ecologistas y comunitarios.
En fin, son muchas vivencias sembradas y raíces echadas que se convierten en partes esenciales de nuestras vidas. Por ello, cuando los concejales Gutiérrez y Martínez y el alcalde Dáger consultaron nuestra disposición a compartir esta histórica fecha, no lo pensé ni dudé en instante alguno. De inmediato acepté esta excelente oportunidad de compartir algunas reflexiones con mis hermanos josefinos y hermanas josefinas.
Por tanto, nuestro agradecimiento a la cámara municipal y al ciudadano alcalde del municipio Andrés Bello, por honrarnos con tan alta distinción y responsabilidad de estar hoy, 34 años después de obtener la autonomía municipal, compartiendo con ustedes esta etapa tan digna y relevante de la historia de este importante municipio de nuestra región de Barlovento.
Recordemos, como hecho significativo, que antes de estos 34 años que hoy cumplimos como municipalidad, la región de Barlovento estaba dividida en tres distritos: 1. El distrito Acevedo que aún se mantiene intacto en su dimensión geográfica. 2. El distrito Brión que se dividió en los municipio Buroz y Brión, y 3. El distrito Páez de donde surge el municipio Andrés Bello, el municipio Pedro Gual y el municipio Páez.
Siendo el municipio Andrés Bello, el primero en anunciar su alumbramiento para la conformación político administrativa actual de Barlovento en seis municipios. Es Andrés Bello, el primero en atreverse a constituirse en municipio autónomo para un 10 de noviembre de 1982, hace hoy 34 años.
Pero este hecho histórico no surgió de la nada, ni por capricho de un grupo de políticos. Existen hechos históricos que lo soportan y justifican; • Para el gobierno de Antonio Guzmán Blanco (período 1870 - 1877) ya existían registros de los vecindarios de San José Arriba, San José, Aguaclara y Piñango. • El 12 de enero de 1898 se constituyó una Junta encabezada por Julián Martín Hernández, Cándido León y José Isabel Castro para elevar al pueblo a municipio, alcanzándose el objetivo de constituir la primera Junta Comunal el 30 de julio de 1900, teniendo como primer presidente a Juan Gabriel Melendez. • Es para el 10 de noviembre de 1982 cuando la Asamblea Legislativa del estado Miranda, presidida por un josefino, el diputado Carlos José Jaua, cuando se decreta en el artículo 1: la creación de un municipio que se denominará “Andrés Bello”.
El decreto crea para la transición, una Junta Organizadora mientras ocurriese las próximas elecciones para concejales que permitiera instalar el Concejo Municipal del recién creado Municipio Autónomo “Andrés Bello” con las parroquias Cumbo y San José de Barlovento como capital. Dicha Junta Organizadora la conformaron: el maestro Ángel Castro (conocido como Castrín) como presidente de la Junta, la maestra y cronista Eladia Espinoza de Carrer como vicepresidenta y Ángel Blanco como secretario.
Dos años después, para 1984 luego de las elecciones de concejales, se constituye la primera Cámara Edilicia del municipio constituida por siete concejales: • Pedro Pablo Vaamonde como presidente • Virgilia Vidal de Urbina como vicepresidenta • Pedro Eustoquio González, Luis Toledo, Cosme Damián Pacheco, Nieves Machado y Octavio Sánchez como concejales.
En 1989 se elige como primer alcalde del municipio a Alfredo Rengifo junto a siete concejales. Rengifo es reelecto como alcalde en 1992. Para 1996 se elige a Modesto Ruiz, quien logra romper con la hegemonía política que mantenía AD y COPEI, con su victoriosa participación con el Grupo de Electores PUNTO, luego lo sucede Emilio Peña para dar paso a la actual hegemonía chavista con dos períodos de Albaro Ramón Hidalgo y del actual alcalde Wilson Dáger.
La historia y sus personajes, la que no detiene su continuo movimiento ondulatorio donde hemos transitado por crestas y valles. La de un pueblo josefino, barloventeño y mirandino que ha mostrado su espíritu y su fuerza rebelde, cimarrona y revolucionaria.
Les confieso algo, nuestra sempiterna rebeldía revolucionaria siempre tuvo más identificación con este lado josefino de mi genética.
Pero nuestros pueblos, no han logrado zafarse de la alienante mediática propagandística que procura, continua y permanentemente, confundirnos para dominarnos. Por ello, nos atreveremos a expresar en este acto algunas reflexiones y precisiones:
Dicen algunos: “Todo tiempo pasado fue mejor”, porque no existían rivalidades, porque no estábamos divididos, porque todo era más barato, porque estábamos más seguros en el pueblo y en nuestras casas, porque todo era más sano, porque todos éramos iguales, porque todos nos amábamos. Bueno, en frases como estas solemos encontrar medias verdades que también suelen ser medias mentiras.
• En el tiempo pasado recuerdo que apenas 300 mil adultos mayores tenían pensión y la cobraban a seis mil bolívares cada seis meses y no llegaba ni a la mitad del salario mínimo y cuando reclamaban los reprimían con agua de la ballena y con palos.
• La rivalidad y la agresión siempre existió. Sólo que se manifestaba de diferentes formas: cuando el pueblo no tenía acceso a eventos de teatro, musicales o culturales en diferentes espacios como el Teresa Carreño o Ateneo, siendo de uso exclusivo para ciertas élites. Cuando nuestros niños o jóvenes no podían acceder a la educación pública, gratuita y obligatoria o, sencillamente, el sistema los excluía por sus normas punitivas y discriminatorias cuando hablaba de oportunidades sin igualdad de condiciones.
• Todo era más barato y se conseguía en bodegas y abastos, pero nuestros ingresos no permitían adquirirlos porque no nos alcanzaban los ingresos que obteníamos por nuestro trabajo.
• Que había más seguridad? Es posible que si, autocríticamente nosotros, los padres y madres junto a los educadores y cuerpos de seguridad debemos tener bastante responsabilidad en que así sea. En buena parte, por asumir modernismos y modismos sicológicos y pedagógicos con cursos de autoayudas, crecimiento personal y autoestima que nos llevaron a ser cada día más individualistas, a externalizar el origen y las causas de los problemas lo más alejado posible de nosotros, convirtiéndonos en los diversos roles de nuestras vidas en permisivos y alcahuetes de hechos irregulares e inadecuados por decirlo de forma delicada. Sin embargo, en esta casa ubicada en plena plaza Bolívar nos robaron 18 veces y conocí a unos cuantos que asesinaron para quitarles los zapatos.
• Muchas cosas eran más sanas, hasta que la televisión y demás medios de comunicación nos bombardeaban hasta alienarnos y hacernos creer que Superman tomaba cocacola y eso lo hacía fuerte contra la kriptonita y comenzábamos a dejar de tomar jugos naturales por envenenarnos cada día con las maléficas gaseosas.
• Que todos éramos iguales porque todos teníamos igualdad de oportunidades. Esa creencia es buena para quien tenía la barriga llena (como decía Alí Primera) o para quien tenía acceso a libros y tecnologías. Pero bastante diferente para quienes no teníamos las mismas condiciones o acceso a esas condiciones como las que ahora nos provee el Estado Bolivariano con las canaimitas, las tabletas, los textos y demás bibliografía gratuita y acceso subsidiado de alimentos para las poblaciones más vulnerables e históricamente excluídas.
• El pueblo siempre ha estado lleno de amor para dar y para recibir. Somos amor solidario y verdadero cuando compartimos hasta lo que no tenemos con quien lo necesita más que nosotros. El odio y el desprecio siempre ha estado del lado de las élites aunque vayan los domingos a darse golpes de pecho.
La historia nos ha mostrado distintas guerras en distintos lugares y momentos. Todas por el Poder.
El tema es ¿Cuál PODER? El Político? El Económico? El Bélico? O el Mediático?
Hemos avanzado en que, como pueblo, nos empoderemos del Poder. Del poder hacer, del poder crear, del poder participar, del poder decir, del poder construir y, apropiarnos de algunos espacios de poder político. Pero no es suficiente. El Poder Económico Mundial y sus lacayos nacionales, siguen siendo los mismos que durante años han puesto los ojos sobre nuestras riquezas naturales y quienes quieren seguir usurpándolas. Ellos mismos se han hecho dueños del Poder Mediático Transnacional desarrollando sofísticados métodos para dominar, tergiversar, crear matrices de opinión y desarrollar la guerra de sexta generación.
A Barlovento ya no lo encandilan con espejitos ni nos cambian nuestras creencias. Somos un pueblo de afecto, de amor, de lealtades, de convicciones históricas y profundas. Somos un pueblo heredero de los guerreros Caribes (Tomuzas y Quiriquires), de los cimarrones esclavizados y rebelados contra el yugo opresor. Somos Rebeldes, somos Bolivarianos, Somos Barlovento, somos Revolucionarios, somos Chávez. A pesar de las dificultades…
Seguiremos Venciendo!!!
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